En 1985, llegó a las casas un videojuego estilo Donkey Kong –cuando explique su funcionamiento entenderéis por qué los relaciono– que triunfó en su versión arcade bajo un nombre distinto al que conocemos. Es curioso lo que las licencias son capaces de hacer. Siéntete como Bruce Lee en “Kung-Fu Master”.
La versión de sobremesa fue desarrollada y distribuida por Nintendo para su clásica consola Nintendo Entertainment System (NES). Este Beat ‘em up fue diseñado por Takashi Nishiyama y la música compuesta por nuestro ya tan mencionado Koji Kondo (en este enlace encontraréis sus menciones). Al igual que ocurre con “Super Mario Bros.”, se puede elegir jugar con dos mandos, pero sería por turnos.
Como he mencionado antes, empezó siendo un juego para salones recreativos. ¿Por qué lo menciono si vamos a hablar de su versión NES? Simple: para hablar del origen de su nombre e historia. En 1984, surgió bajo el nombre “Spartan X”, haciendo referencia a la película Wheels on Meals de Jackie Chan. Por otro lado, la historia estaba basada en el largometraje Games of Death de Bruce Lee por los cinco pisos que recorremos con un maestro de artes marciales al final de cada uno.
A la hora de exportar el título fuera de Japón, las licencias podían ser un problema. Como la historia no era un inconveniente para las licencias y, por lo visto, ya pagaban bastante por el nombre, solamente tuvieron que cambiarle el nombre al que conocemos para poder llevarlo al mercado internacional. Así surgió el nombre “Kung-Fu Master”, haciendo una clara referencia a los jefes de cada piso o, también podría ser, al héroe del juego que derrota a todos los maestros pasando a considerarse, en mi opinión, un maestro del kung-fu.
Viendo el éxito que este título estaba teniendo pensaron en lanzar una secuela bajo el nombre “Super Kung-Fu Master” que, por su nombre supongo que se publicaría para la plataforma sucesora de la hoy mencionada: para Super Nintendo Entertainment System (SNES). Por algún motivo, nunca se llevó a cabo y solo se han lanzado remakes y ports del original.
“Thomas está felizmente enamorado de una hermosa joven llamada Sylvia. Les va muy bien, pero un día pasa algo horrible e inesperado. Sylvia ha sido secuestrada. El culpable de tal fechoría es el criminal Mr.X y se la ha llevado a lo más alto del Templo de los Demonios. Thomas deberá superar todos los pisos para rescatar a su amada. ¿Será capaz de hacerlo?”
El escenario se irá moviendo al mismo tiempo que nosotros (side-scrolling) para poder ver mejor quién o qué se acerca a nosotros por ambos lados. Con patadas y puñetazos nos defenderemos, al mismo tiempo que podemos saltar y agacharnos. Podemos explorar el piso hasta cierto límite, ya que todos los niveles son contrarreloj. Un consejo: los puñetazos hacen más daño que las patadas pero, si sois malos calculando distancias, vale la pena atacar con patadas para empezar a jugar.
Encontraremos diversos enemigos –todos muy japoneses–. Según vas avanzando por los pisos, son más difíciles de vencer. Hay humanos, animales y bolas explosivas de confeti, incluso. En cada nivel se van añadiendo enemigos nuevos, lo que facilita saber en qué planta estamos.
Los jefes que nos encontramos son conocidos como “hijos del demonio” y tenemos que vencerlos para subir las escaleras al siguiente piso. No obstante, si morimos por un golpe suyo… se reirá en nuestra cara ¬¬. Si morimos, sea por el motivo que fuere, nos llevan de vuelta al principio del nivel –sí, aunque estuvieras literalmente a un paso de subir las escaleras T_T–.
Una vez superadas todas las plantas del templo, volvemos a empezar desde el principio. La diferencia es que ahora hay un poco más de dificultad y nos sale un dragón en el panel de arriba que antes no estaba. La puntuación sigue subiendo mientras no se nos agoten las vidas. Si sucede, nos aparecerá la pantalla de “Game Over” y volveremos al menú principal.
En las películas de artes marciales te enseñan que siempre debes estar preparado para lo que venga y que debes saber defenderte. “Kung-Fu Master” sigue la misma línea. La única arma que tenemos para llegar hasta arriba es nuestro propio cuerpo y nuestro cerebro. No disponemos de nada más, es decir, es bueno conocer alguna de las múltiples disciplinas de artes marciales o similar para defender lo que nos importa, si fuera necesario. Pero recordad: hay que defenderse, no atacar. A esto cabe añadirle la necesidad de tener reflejos y una gran atención. Necesitamos los cinco sentidos atentos en todo momento. Cuando vas a un lugar desconocido que parece sospechoso nunca sabes qué va a pasar, por ello, hay que tener nuestras espaldas siempre bien vigiladas.
Cambiando de tema, este es un buen título para jugar cuando tenemos un rato libre, en compañía de un amigo o en un día lluvioso. Aunque, una vez lo dominas, te sabe a poco por lo rápido que lo terminas. De todos modos, es un título que se debe probar al menos una vez en la vida.
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