
Todos en algún momento hemos echado una partidita a Los Sims. Ya sea el primero, el segundo, el tercero, el cuarto, My Sims y podría seguir así entre entregas secundarias, DLC’s que se venden como juegos y títulos con el mismo nombre que cambian completamente la historia de una plataforma a otra. Mi primer contacto con la franquicia fue con este: Los Sims 2 de PlayStation 2 en casa de un amigo a la famosa hora de la merienda. Yo no tenía bocata de nocilla ese día. Sepan perdonarme.
Los Sims es una de las franquicias más famosas y rentables de Electronic Arts. En ese entonces, Maxis (creador de Spore) era la compañía que se ocupaba de su desarrollo. Es el simulador de vida que primero viene a la mente cuando se habla del género. Nació en el año 2000 y cuatro años después llegó esta secuela. Si ya conocéis el juego, os recomiendo leer la historia de los personajes. ¿Sabíais que hay continuidad en la historia de la saga? Os recomiendo la versión de Nintendo DS si tenéis ocasión de jugarlo.
Aunque yo hubiera conocido la versión capada del juego base, la verdad que es un videojuego que me ofreció, sin exagerar, años de diversión. Uno de los hecho más conocidos de este juego es la facilidad para morir de distintas formas, especialmente, si no supervisamos los movimientos de los personajes; o lo más divertido: asesinar.
Yo no sé qué tienen Los Sims que lo que más suelen disfrutar los jugadores es poner a prueba la resistencia vital de sus creaciones, lo que algunos conocerían como Los Sims: 1000 maneras de morir Edition. Yo misma también lo he hecho alguna vez. No voy a mentir. La más recurrente es quitar la escalera de la piscina. Quien no ha conocido a la parca jugando a cualquiera de las entregas principales es que no ha jugado suficientes horas, que no está jugando bien o que juega demasiado bien. No sé cuál de las tres opciones es más preocupante.
A pesar de faltarle muchas funciones que sí están en PC como , por ejemplo, poder envejecer, la versión de consola mantiene otras tantas que son de agradecer. Los dos grandes cambios son la posibilidad de envejecer y el paso de 2D a 3D. Dicen que también envejeces en consola, pero yo nunca envejecí en todas mis partidas. Lo que sí puedes es tener familia. Pero tampoco crecen, al menos no en mi versión. Pero puedes tener hijos biológicos y adoptivos. Quizá, en realidad, es que nunca he sabido jugar bien y por eso no conseguía envejecer. Esta noche no dormiré pensando en ello, jo.
Tenemos dos modos de juego. Tenemos el modo historia y el modo libre. Puedes jugar solo o con un segundo jugador. Personalmente, prefiero el modo libre porque hay más libertad de creación. Tienes varios slots de familia que puedes manejar con uno o dos mandos en cualquier momento de la partida. Además, las familias creadas se visitan entre ellas. No solo te visitan las familias NPC. Puedes conseguir que ese chico que te gusta vaya un día a visitarte y se enamore de ti. Eso que en la vida real no te atreves a hacer. O puedes vivir con un amigo y haceros la vida imposible, como es mi caso. Eso de que ambos jugadores puedan construir es un arma de doble filo que carga el diablo. No sabéis la de veces que me quedé encerrada en una habitación sin puertas.
Y no sé si os habrá pasado también, pero cuando jugaba sola me lo arreglaba de tal manera que me enemistaba con el amor de mi vida creado por una servidora y terminaba enamorada de mi mejor amiga, casada con ella y con hijos. Cosas que pasan.
Esta versión no es gran cosa, pero intentar llegar a lo más alto de tu trabajo, montar fiestas con tus amigos en el jardín de tu casa, aprender a cocinar, tener tu casa de ensueño… En definitiva, vivir esa vida de adulto con pocas responsabilidades (pagar las facturas de la luz y poco más) que nos gustaría tener a todos. Poder desconectar de la realidad y vivir otra vida diferente a la nuestra y moldeada por nosotros y ser la persona más feliz durante un rato. Eso no tiene precio. Bueno, más o menos unos 20€ me costó a mí en su día de segunda mano. Pero no hablo de ese precio. Ya me entendéis. Y si te pones la música del juego y descubres grupos nuevos como Trivium o Paramore -ejem-, pues aún mejor.
Mis conclusiones
Si algo nos enseña Los Sims 2, además de no intoxicarnos con comida en mal estado porque no es bueno para la salud, es que las amistades hay que cuidarlas. Aunque sea preguntar de vez en cuando cómo va el día. Ya es algo. Si no cuidamos lo que tenemos, lo perdemos. Y con lo que cuestan de conseguir los buenos amigos, con más razón.
Es importante conocer sus gustos, buscar puntos en común, dedicarles tiempo y no tratarlos mal. Con esos simples puntos, en el sitio menos esperado, podemos encontrar amigos para toda la vida que nos harán la vida más llevadera y estarán para lo bueno y para lo malo. Especialmente, hoy en día con la facilidad de las redes sociales e internet, es más fácil que nunca lograrlo. Haced caso a la iaia Laura y cuidad a vuestros aSimgos. Término pendiente de patente.
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