Grande el puesto que busca llenar esta nueva entrega de la legendaria saga Zelda: el de secuela de una de sus entregas más aclamadas, A Link To The Past. ¿Sus armas? Un apartado técnico actualizado, el mejor 3D visto en 3DS hasta la fecha, y todo el encanto de los Zelda de SNES y GB. ¿Lo conseguirá?
Lo primero que vemos es que ALBW es un nostálgico viaje directo al pasado. Volvemos a despertar en el mismo Hyrule, aunque muchos años después del primero juego. Eso sí… volvemos a ser el héroe, y enfundándonos su verde traje recorremos de nuevo aquella mágica encarnación de Hyrule, con su enorme castillo central, su frondoso bosque, el río de los Zora, la montaña… vemos cambios, pero reconocemos inmediatamente los lugares, y seguro disfrutaremos del regreso a estos parajes. Y los personajes, algunos viejos enemigos, la banda sonora… todo ello es una explosión de pasado, una maravilla.
La mecánica de los Legend Of Zelda no ha variado mucho en los últimos años, pero en esta ocasión nos encontramos novedades interesantes, como el que las mazmorras tengan el mapa desbloqueado al inicio (una buena decisión, ya que son más complejas y enrevesadas que de costumbre, con muchas alturas y niveles), o el hecho de que esta vez conseguimos los típicos objetos mediante alquiler en una tienda, lo que hace que la sucesión de mazmorras no sea lineal, y que podamos elegir en qué orden completarlas. Eso es algo que se agradece mucho, que ayuda a incentivar la exploración y que hace que los puzzles necesiten más atención por nuestra parte, porque ya no tenemos esa sensación de «esta es la mazmorra del arco», «esta es la mazmorra del gancho».
El nuevo poder principal del que disfrutaremos en el juego es el de convertirnos en pintura, algo que nos permitirá desplazarnos por las paredes o entrar por lugares estrechos, recorriendo así unos maravillosos escenarios de varias alturas que brillan especialmente su jugamos con el 3D activado. Este es, sin duda, el efecto 3D más conseguido de todo el catálogo de la portátil de Nintendo. Y la combinación de ese efecto tridimensional con esa mecánica se traduce en una serie de puzzles originales y desafiantes.
Aunque la experiencia «Zelda» está algo simplificada para adaptarse a la portátil, con mazmorras más cortas para que podamos completarlas «en una partida», este Zelda sigue siendo tan desafiante como su antecesor. Es largo, es divertido, está lleno de secretos, minijuegos y curiosidades. Tiene humor, tiene épica, tiene la magia de los Zelda de siempre. Nintendo han sabido adaptar de modo magistral un gran clásico a los tiempos que corren, y el resultado es uno de los mejores juegos de la saga, y de lo mejor del catálogo de 3DS. Un imprescindible, con todas las letras.
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