¡Hola Relivers! Aprovechando que hoy es el día de hablar de juegos buenos y que casualmente, el jueves terminé de jugar a Bioshock Infinite, un juego que más que bueno, es una obra maestra, os voy a hablar un poco de las bondades de dicho juego controlando en todo momento no soltar ningún temible spoiler.
Aunque con un juego como Bioshock Infinite es algo un poco difícil, ya que una de los principales puntos fuertes es su increíble historia que te deja con la boca abierta cuando por fin llegan los títulos de crédito.
Pero bueno, empecemos desde el principio. Eres Booker DeWitt, un macho de pelo en pecho con muchas agallas al que le hacen un encargo. Así pues, nada mas empezar el juego un par de curiosos personajes dejan a nuestro protagonista en un faro en medio del mar (¿os suena eso?) y ese faro es nuestra llave hacia la ciudad de Columbia, el lugar donde se desarrollan los acontecimientos de Bioshock.
Pero, ¿Qué tiene de especial Columbia? Pues poca cosa a parte de ser una ciudad voladora con unos escenarios que encandilan y enamoran, que os dejarán hipnotizados y cada dos por tres, observareis con detalle el lugar donde estáis, porque de verdad, la ambientación de Bioshock es una cosa impresionante. Una maravilla.
Total, que una vez que llegamos a Columbia, una utopía de amor y amabilidad, nos dejan unos minutos de tregua donde ningún enemigo (ya que aun no los tiene) se abalanzará sobre nosotros para matarnos. Podemos tomarnos nuestro tiempo para explorar la zona y observar que tipo de ciudad es Columbia y porque todo, en apariencia, es tan perfecto.
El caso es que en algún momento dado empiezan a aparecer enemigos. La jugabilidad es bastante buena aunque a veces escasean las coberturas. Tienes un gran arsenal de armas de las que solo puedes elegir llevar contigo dos, pero pudiendo cambiar en muchos momentos y por supuesto, mejorarlas conforme vaya avanzando la historia.
A diferencia de Bioshock 1, en Infinite no tendremos plásmidos, si no vigorizantes. Tendremos muchos tipos de vigorizantes para usar y, como con las armas, podremos ir mejorándolos para aumentar nuestro poder. Podremos usar dos al mismo tiempo pero en cualquier momento nos dan la opción de cambiarlos sin ningún coste.
Llegará un momento de la historia en el que cumpliremos nuestro objetivo prioritario, encontrar a la chica. La chica es Elizabeth, una interesante joven diecisiete años muy dulce y que conforme la vayamos conociendo, nos enamorará. Elizabeth tiene un interesante poder que nos pondrá las cosas muy fáciles en los enfrentamientos. Además es un NPC que no es necesario que protejamos ya que ella misma se puede proteger solita. Ademas de sus poderes, pondrá a nuestra disposición toda su ayuda lanzándonos vida, sal y munición cuando esta escasee, al igual que el dinero.
Aunque a diferencia de sus predecesores, Infinite a penas tiene opciones decisivas y las que tenemos no repercuten a la historia ni al final, así que podríamos decir que solo tiene una conclusión posible.
En general se trata de un juego bastante fácil en cuanto a dificultad, así que os recomiendo que directamente lo juguéis en difícil.
Así pues, que lo juguéis está en vuestra mano, pero vamos, es de compra obligatoria para todos los amantes de los videojuegos en general y de los Bioshock en particular, una experiencia increíble y un gran juego que ha dejado un sabor de boca muy dulce para cerrar una generación que ya se está terminando. Esperamos de todo corazón que Ken Levine siga haciendo juegos tan buenos como este y que si, alguna vez lee esto, sepa que me quiero casar con él.