¿Te apetece conducir como un loco al volante sin hacer caso a las normas de tráfico y con buena música a todo volumen? Todo esto que no se puede hacer en la vida real -como todos sabemos- si lo podemos hacer en «Crazy Taxi», una de las joyas de Sega Dreamcast que, aunque los niños de hoy en día no saben qué juego es, hay mucha gente que si lo recuerda y todavía revive sus aventuras de vez en cuando tras un duro día de trabajo.
Esta entrega fue desarrollada por Hitmaker. Empezó en las máquinas recreativas en 1999 pero, debido a su éxito, dio el salto a las consolas domésticas al año siguiente, comenzando por Sega Dreamcast. Esta versión, la primera en consola, es de la que vamos a hablar hoy.
Tras un duro día de trabajo, nos puede apetecer liberar tensiones y relajarnos con un refresco y algo de picar. En «Crazy Taxi» puedes elegir, además del personaje, también la cantidad de tráfico. Lo mejor es su banda sonora, en la cual participaron The Offspring y Bad Religion, y el colorido mapa basado en California y San Francisco.
«Somos un taxista que necesita recoger todos los ingresos posibles. Para ello necesitamos conseguir todos los clientes que podamos y llevarlos a su destino en un mínimo espacio de tiempo. No importa por donde haya que cruzar -ni a quien haya que atropellar- mientras consigamos nuestro objetivo. ¡A volar se ha dicho!»
Podemos elegir entre cuatro taxistas diferentes, cada uno diferente de los demás, pudiendo complacer más gustos que poniendo los típicos personajes. Estos son: Gus, Axel, Gena y B.B. Joe (de izquierda a derecha, tal y como se ven en la imagen). En nuestro trayecto podremos conseguir dinero de varias formas, tales como lo que nos pagan los clientes por el desplazamiento o por realizar trucos al volante.
Nuestros futuros clientes se reflejarán con un círculo rojo en el suelo sobre el que deberemos frenar y su destino se remarcará con la lugar-objetivo remarcado con un borde verde sobre el que pararemos. Hay que tener en cuenta que hay un tiempo limitado para llegar a nuestro destino si queremos tener a nuestro pasajero contento. En caso de pasar este plazo, ganaremos menos dinero del que hubiéramos ganado llegando antes. Podemos elegir que el nivel sea fácil, medio o difícil. Esto afectará en el tráfico. A mayor dificultad, mayor cantidad de vehículos en la carretera y, por tanto, más obstáculos que conseguirán que tardemos más en llegar a nuestro destino.
Mis conclusiones
Tal y como dicen, «el fin justifica los medios«. Esto es lo que ocurre en este título. Sin embargo, debemos tener presente que no siempre se puede aplicar en nuestras vidas. Por ejemplo, no puedes llevar chuletas a un examen para aprobar -el motivo es obvio-. Para estas «necesidades» están este tipo de videojuegos: correr a toda velocidad, ser asesino a sueldo, hablar con extraterrestres, resolver crímenes… Todo aquello que no podemos hacer en el día a día porque no está permitido o no es físicamente posible. Los videojuegos nos llevan a lugares desconocidos y nos convierten en una persona completamente diferente para poder vivir todo aquello que normalmente no podríamos, al igual que ocurre con los libros. Ahora que tenemos unos minutos para relajarnos, ¡vamos a volvernos locos al volante!:
https://www.youtube.com/watch?v=nt3l3hy0ymw?rel=0
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