En 1998, surgió de la Tierra de los Dragones un pequeño héroe que realizaría grandes hazañas. Este joven dragón púrpura se enfrentaría a carneros –no sé qué tienen en contra de ellos– y monstruos viajando donde hiciera falta sin importar si llovía o hacía sol, solo para salvar a sus vecinos y familiares. Este primera aventura se llama “Spyro the Dragon”.
Insomniac Games fue la desarrolladora responsable de esta serie de videojuegos. Esta primera entrega se publicó por primera vez en 1998 para PlayStation 1. El desarrollo de este título de plataformas comenzó en 1997.
La existencia de este personaje se la debemos agradecer a Craig Stitt, artista de la desarrolladora que tuvo la idea. La idea original era un dragón verde pero, para no confundirlo con el césped, se terminó diseñando de color púrpura. Para mejorar la calidad del videojuego, Alex Hastings consiguió sacar el máximo rendimiento a la consola al usar un motor de panorámica 3D con uno de los mejores procesadores usados en esta plataforma. Obtuvo un juego limpio de bugs y malas texturas con el único fallo, por destacar algo, de que la cámara no seguía al personaje a la perfección.
Un dato curioso es que la música fue compuesta e interpretada por Stewart Copeland, ex baterista de “The Police” –la famosa banda de rock anglo-estadounidense–.
“En la Tierra de los Artesanos, donde vive Spyro, sobre la Colina de Piedra, los ancianos dragones Astor y Lindar estaban siendo entrevistados para un documental. Dijeron unos cuantos comentarios ofensivos sobre Gnasty Gnorc, personaje que desterraron al Basurero de los Dragones anteriormente, sin saber que les podía escuchar. Esto lo enfadó hasta tal punto que cristalizó a todos los dragones del mundo y se creó un pequeño ejército de gnorcs –criaturas mitad gnomos, mitad orcos– a partir de algunas gemas pertenecientes a los dragones. Por suerte, a Spyro no le afectó el hechizo por su pequeño tamaño. Ahora su raza depende de él para ser salvada o quedar en el olvido.”
Spyro es capaz de saltar, lanzar fuego, embestir con sus cuernos, planear distancias cortas y volar por tiempo limitado al encontrarse con una Tierra Vuelo. Nos acompaña la brillante libélula Sparx, la cual nos indicará cómo vamos de salud y atraerá las gemas hacia nosotros como un imán. Como no podemos volar por nuestro tamaño, los Aeróstatas nos transportarán por las Tierras a cambio de cumplir ciertos requisitos, recolectando lo que nos pidan (dragones, gemas, huevos…).
Dentro de cada Tierra, encontraremos las Tierras Internas, que son un juego aparte de nuestro objetivo principal, a las que podremos acceder mediante Portales y salir de ellos mediante la Plataforma Torbellino que pone “A casa” o pausando el juego y saliendo del nivel.
Hay un total de 80 dragones y 14.000 gemas –2.000 de ellas son de los jefes– por recolectar esparcidos por los mundos. Estas son las Tierras y zonas que visitaremos en el juego:
- Tierra: Artesanos.
- Colina de Piedra.
- Hoyo Oscuro.
- Plaza Mayor.
- Jefe: Chispeante (animales guardianes que atacan).
- Vuelo Brillante.
- Tierra: Pacificadores.
- Cañón Árido.
- Ciudad Acantilado.
- Cueva de Hielo.
- Jefe: Doctor Shemp (armadura de metal frontal).
- Vuelo Nocturno.
- Tierra: Hechizeros.
- Arrecife Alpino.
- Cuevas Altas.
- Cumbre de Brujos.
- Jefe: Fanfarrón (torbellino que desaparece y aparece).
- Vuelo de Cristal.
- Tierra: Creadores de Bestias.
- Aldea de Terrazas.
- Ciénaga de Neblinosa.
- Copas de Árboles.
- Jefe: Cabeza de Metal (robot gigante).
- Vuelo Salvaje.
- Tierra: Creadores de Sueños.
- Pasaje Oscuro.
- Castillo Majestuoso.
- Torres Embrujadas.
- Jefe: Jacques (bufón saltarín, muy saltarín).
- Vuelo Helado.
- Tierra: Mundo de Gnasty.
- Cala de Gnorc.
- Puerto Crepúsculo.
- Jefe: Gnasty Gnorc.
- Botín de Gnasty (armado con un poderoso garrote mágico).
Al terminar con el jefe final podemos continuar viajando por las Tierras para recolectar lo que nos falta.
Los niños cada vez tienen más prisa por crecer, tanto físicamente como en edad, cuando debería ser todo lo contrario. La infancia es para disfrutarla, para jugar, para hacer nuevos amigos, para dormir hasta tarde, para despreocuparse.
Respecto a la estatura, enseñanza principal de “Spyro the Dragon”, no es nada malo ser bajito o bajita –como lo es una servidora–. No todos podemos ser iguales. Debe haber peso en los dos lados de la balanza para que se mantenga equilibrada. Si no hubiera sido por el reducido tamaño de Spyro, no hubiera quedado nadie en la raza por cristalizar y no hubieran vuelto a la normalidad. Si lo pensáis, cuando se tiene baja estatura se puede ver la vida desde otro punto de vista, en ocasiones, literalmente.
Para terminar, una frase con humor. Si nos caemos tenemos el suelo más cerca que los altos y el porrazo no es tan grande. ¡Viva los chibis!
Aquí os dejo el longplay con los diálogos y texto en inglés para que podáis revivir esta aventura a la vieja usanza:
https://www.youtube.com/watch?v=_nhDtDBmZLQ?rel=0
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