
Mucho ha llovido ya desde que a alguien, con mucho sentido común, se le ocurrió la idea de traer una feria de videojuegos a Madrid, a la manera vistosa en que otros países venían disfrutando. Desde ese Gamefest 2011, ha llovido bastante; incluso una ausencia que más se debió al vértigo ante la respuesta del público que otra cosa. Creo recordar, fueron 60.000 personas las asistentes al evento.
Poco a poco, esta gran máquina iba engrasándose; tratando de aprender de los errores y subsanando las pequeñas diferencias, hasta lograr la gran explosión de este 2017: Madrid Gaming Experience.
Más de 104.000 personas hemos visitado este año la feria original, o heredera del original, de Madrid. Año tras año el número crece y así mismo el área destinada al público y expositores también. Si el año pasado quedé hipnotizado creyendo percibir la idea de la persona, o personas, encargadas de distribuir todos los espacios, de una manera “histórica”; En esta ocasión he agradecido que los menos beneficiados en la visita al evento en 2016, hayan estado mucho más integrados y arropados. Me refiero a los verdaderos magos, creadores de magia y hechizo; el futuro por el que debemos pasar todos: Los estudios Indie, con una afluencia de gente desmedida queriendo probar sus juegos, pulpa nueva e ideas frescas; o los artistas de La Isla, genios futuros y presentes, localizados en lugares más apropiados para ser disfrutados. ¿Quién quiere un poster serigrafiado 1000 veces, cuando puedes llevarte algo más “original” firmado por su autor? Realmente, ver estos cambios, me hizo sentirme feliz.
Otros de esos detalles, de los que la gente no se percató o no supo distinguir como yo, fue el homenaje al Maestro, Alfonso Azpiri. Sus trabajos, originales, en un expositor de mesa mientras en la pared gris dedicada a él, en el centro, solamente podías ver su foto. Representaba el vacio que nos había dejado a tooooodos aquellos a los que, una de sus ilustraciones, nos vendió un juego; El respeto a que, nada más, podía ocupar su espacio; Y la reverencia, ante el genio, cuando inclinábamos el cuello para observar alguna de sus piezas irremplazables en la memoria de los que crecimos junto a esta industria… El Gran Alfonso Azpiri. Hubo una Era de Oro del software español; y Azpiri la ilustró.
Pero esta feria consiste en disfrutar; En conocer y probar las novedades; El reencuentro con los amigos, afines a esta locura, que cada vez escala más puestos en lo que a ocio se refiere. Colas (inevitables por muchos puestos de juego que sigan creciendo), compras, risas, buen ambiente; Cosplayers, música, arte…
Este año las grandes marcas estaban muy bien representadas con sus zonas de juego. Desde disfrutar con la nueva aventura de Mario, a echarte unas carreritas en toooodos los emuladores de carreras; viajar del retro de los salones recreativos, a lo último en realidad virtual. Partidos en el FIFA, disparos en el Call of Duty… idas y venidas que acortan el día y que te hacen perder la noción del tiempo cuando te lo pasas francamente bien.
Aunque por el retrovisor, pero cada vez más presente, el Rey destronado cada vez reclama más parcela de la que las videoconsolas le quitaron. El Gaming PC, engulle adeptos que no se conforman con plataformas que van y vienen, reinventándose. Tanto el Monstruo de los E-Sports con dos escenarios y butacas a reventar de seguidores, como las presentaciones de lo que un buen PC puede hacer y una consola ya no podrá; decantan que tal vez en un día no muy lejano se vuelvan completamente las tornas como ya ocurrió al revés. El E-Sport es ya de por sí, una manera de entretenimiento; Muchos viejunos, como yo, tal vez no lo entiendan de esta forma…pero también fuimos espectadores en los salones recreativos. Es una demanda saciada masivamente con las nuevas tecnologías. Habiendo demanda, inevitablemente hay oferta, siempre.
Creo que este año de Madrid Gaming Experience, todo se ha ido concretando muchísimo. Cada vez se roza más la perfección y se logra que el visitante, de una manera u otra, encuentre algo que hacer que le divierta. Ya no es como ocurrió antes en que todo se limitaba a filas interminables para probar un videojuego o comprar en escasas tiendas de todo tipo. Hoy puedes tranquilamente cogerte algo de comer, echarte un par de partidillas, asistir a alguna charla interesante, disfrutar de un espectáculo o concurso…siempre hay algo que va a reclamar tu atención.
Ha sido un gran año y un gran evento; desde ReLive and Play, queremos felicitar a la organización, dándoles ánimos para que nos sigan sorprendiendo.
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