Abrimos una nueva sección donde los miembros de la redacción vamos a poder debatir abiertamente algunas de las discrepancias que tenemos sobre juegos en concreto.
No se trata de criticar por criticar, hay que hacerlo con unas bases serias e intentar que cada dato que demos lo podamos argumentar con cierta coherencia.
Y para nuestro primer artículo vamos a empezar con el gran peso pesado del 2013, Bioshock Infinite, considerado el mejor shooter del año del 2013 y que adicionalmente siempre se suele situar entre los 5 mejores juegos del 2013.
Nuestros redactores Cristian y Guillermo se van a encargar de realizar este pequeño duelo de opiniones sobre el juego.
Guillermo Se que va a ser difícil que mi opinión cale entre tantas miles de personas que les ha parecido un juego excelente, por algo se ha llevado tantos premios. El problema que yo tengo al menos es que he jugado al primer Bioshock, un juego que para mí es lo mejor de esta generación. Bioshock parte de un accidente de avión en el que eres el único superviviente que se encuentra en medio del mar y donde una especie de faro es tu único punto a donde llegar, descubriremos que el faro nos lleva a una ciudad muy especial y donde quedaremos atrapados en una guerra entre dos facciones. Aunque la historia parezca algo simple en un principio, según avanzamos hacia la mitad del juego se hace la magia que hace del Bioshock uno de los mejores juegos de la generación y muy posiblemente de la historia. Las comparaciones son odiosas pero no se puede evitar cuando un juego parte del mismo nombre. Bioshock Infinite parte de un buen comienzo, es raro, sí, pero continuo avanzando e investigando el mapa y me doy cuenta que el juego consiste en eso, en investigar los rincones de los mapas para encontrar monedas, munición, telescopios, kinetoscopios y voxáfonos.
Los dos últimos objetos que he nombrado añaden trasfondo a la historia del juego, están muy bien, son divertidos y los agradezco enormemente pero creo que se prioriza más la busqueda de objetos y la exploración a la tarea principal del juego que es la de superar los retos para seguir avanzando. Hace relativamente poco tiempo pude re-jugar el Half Life, en ese momento te das cuenta como han cambiado los juegos. Parece que los juegos se han convertido en matar, seguir adelante, matar y ver un vídeo chulo. Para evitar esto mismo, en juegos como el Bioshock Infinite, parece que amplian más el mapa con la excusa de encontrar objetos que añadan trasfondo a la historia, pero no deja de tener ese mal sabor de boca, no hay un reto real. Y es que los enemigos son bastante fáciles de abatir, sobre todo cuando usas los vigorizadores del modo apropiado, no existe ese enemigo imposible de abatir que te hace repetir una y otra vez la escena. Pero dejando aparte el tema de jugabilidad, la historia no me ha convencido. Puedo decir que es un juego que me ha aburrido bastante, solo es el final lo que me ha animado un poco a continuar el juego, de hecho, si no llega a tener el nombre que tiene seguramente hubiera acabado por dejarlo apartado. ¿Dónde quedó el encanto del Big Daddy? |
Cristian Guillermo, yo también jugué al Bioshock original y no es oro todo lo que reluce, un juego muy bueno lo reconozco, pero también inferior a Bioshock Infinite. «Tráenos a la chica y saldarás tu deuda» Es un comienzo rotundo, una premisa para iniciar la trama en la ciudad de Columbia, un lugar maravilloso lleno de oscuros secretos, en el que vas a querer estar.
Sin profundizar mucho en el argumento y porque hablar sobre este apartado sin desvelar spoilers no tendría mucho sentido… Únicamente voy a decir, que en mi caso me parece mucho más interesante la lucha entre el nacionalismo ultra religioso que proponen los fundadores y el anarquismo de Vox Populi frente al individualismo de Andrew Ryan. Es una pena que no tenga tan fresco el primero como para hacer una buena comparación pero estoy convencido de que las sensaciones que dejan Rapture y Columbia son bien dispares. Por ejemplo, el título inicial es muy bueno generando tensión, pero la trama se torna irregular y pese algunos giros argumentales hacia la mitad del juego y en la recta final es bastante inferior. En cambio Infinite es un título más equilibrado, su presentación es excelente y no tiene picos de interés, consigue engancharte de principio a fin. Infinite es un título lineal no voy a discutir una realidad, pero si el original peca de algo, es precisamente de ser un corre pasillos, en el que además te desorientas fácilmente, ya que los escenarios son bastante simétricos. En cambio como bien argumentas, en Infinite los decorados son más abiertos y dan libertad a la hora de enfrentar enemigos, sobre todo si hablamos de los aerocarriles, una inédita modalidad de combates verticales que permiten un nuevo estilo de defensa, aparte de las ya tradicionales coberturas.
Un juego es sencillo cuando únicamente cuenta con una dificultad, es curioso que trates este tema cuando sospecho que no has enfrentado el videojuego en su máxima dificultad. El título cuenta con una dificultad denominada «1999» pensada especialmente para jugadores de la vieja escuela, que es donde Bioshock Infinite se vuelve un verdadero reto, te explico por qué: Como no utilices correctamente vigorizadores y coberturas o gestiones de forma eficiente tanto munición como sales y regeneración del escudo, palmas. Te adelanto que es una modalidad en el que mueres bastante. En el modo 1999 las águilas de plata son de importancia capital, en dificultades reducidas solo sirven para mejorar vigorizadores y armamento, aquí en cambio suponen las veces que puedes reaparecer cuando te liquidan, además necesitas bastantes para volver a la vida, en consecuencia, lo normal es optar por volver al punto de control y tener que empezar de nuevo desde el principio. Otro dato interesante es que cuando te quedas sin monedas te vas al menú principal del juego, así que por regla general se suelen guardar para el final del título, que es donde más veces se suele morir. Si además pretendes sacar algunos logros concretos como «búsqueda del tesoro» la dificultad se dispara todavía más, ya que completar el juego en 1999 sin utilizar las Dollar Bill es una verdadera proeza, que particularmente estoy bastante orgulloso de haber conseguido. ¡Los Big Daddy no son nada frente a Songbird! |
Guillermo Cierto que me has dado de pleno con tu último argumento, estoy ahora mismo en el modo 1999 y no dudo que hay ciertas zonas que van a ser difíciles, al menos eso espero. Ambos Bioshock son buenos mezclando la política con una trama de “fantasía”, sobretodo en el Bioshock Infinite se pueden ver aún mayores elementos políticos en los que se añade la religión como arma argumental, algo que está presente durante todo el juego como punto de unión básico. No quiero convertir esto en una guerra de Bioshock vs Bioshock Infinite, ambos juegos tienen muchas similitudes en varios aspectos, tanto técnicos como argumentales. Por concluir este debate, quiero matizar que aunque el Bioshock Infinite cuenta con varios elementos que ya quisieran muchos juegos tener y aunque tambien cuenta con un gran final, no es un juego que haya acabado de convencerme. La historia, que es el factor fuerte del juego me ha parecido aburrida, los enemigos comunes no tienen carima y todo ello ha sido acentuado con la “obligación” de la exploración de los mapas en busca de los objetos coleccionables, que salvo en contadas ocasiones donde requería realizar una serie de elementos para acceder a la zona, los demás eran fácilmente localizables si invertías tu tiempo y paciencia (entre voxafonos, kinetoscopios y telescopios rondan los 120 objetos). |
Cristian Como se suele decir “para gustos los colores”, la trama te puede gustar más o menos, a mi particularmente me encantó. Hay muchos elementos que me gustaría destacar de este juego pero sintetizando me quedo con la relación entre Booker the Witt y Elizabeth, como va madurando y volviéndose cada vez más compleja. También me agradaron todos esos detalles que Irrational Games ha sabido dosificar por el mapeado y que hacen creíble el mundo de Columbia. Sí estoy hablando de los voxafonos y de los kinetoscopios, estos coleccionables no son obligatorios a no ser que te quieras sacar el logro, su única función es aportar riqueza a la ya de por si excelente escena, para conocer más información que en el título no se trata directamente. En conclusión, a diferencia de mi compañero Guillermo, para mí Bishock Infinte es un triple A, uno de los mejores títulos de esta generación e imprescindible en cualquier colección gamer. |