¿Alguna vez habéis soñado con poder detener todo el tiempo a vuestro alrededor? Constant C parte un poco de esa idea, aunque nos demuestra que la física podría ser un problema en ese caso. Pero que también de ello puede nacer un gran juego de puzzles y plataformas.
La premisa de Constant C es la siguiente: un experimento fallido provoca que una estación espacial quede atrapada en una burbuja en la que el flujo del tiempo se ha detenido, y sólo un pequeño robot de mantenimiento que, gracias a un dispositivo, puede moverse, puede rescatar a toda la estación.
El desarrollo es sencillo, pero sorprendentemente divertido y complejo. Nuestro personaje está rodeado por una pequeña «burbuja temporal», y los objetos que toquemos con ella recuperarán su movimiento mientras estén tocándola. Además, podremos manipular la gravedad de los escenarios. Con estas herramientas, deberemos superar salas cada vez más complejas y enrevesadas, en las que la «sencilla» tarea de alcanzar la salida se convierte en un infierno.
A medida que avanzamos, deberemos ser más precisos en nuestros movimientos. Deberemos sincronizarnos con otros objetos, deberemos dominar la inercia, aceleración, parábolas gravitatorias, frenado, apurar al milímetro ante todo tipo de trampas, y sobre todo pensar, pensar y pensar. Una locura, pero una muy placentera. Su creciente desafío nos picará a pasar un nivel más, y luego otro, y luego otro…
Lo adictivo del juego se complementa con una ambientación interesante, mezcla de dibujo y ambiente oscuro, y el preciso funcionamiento de la física hace que el juego, aunque terminemos muriendo una y otra vez, no sea frustrante. En definitiva, un gran exponente del género de puzzles plataformeros, original, divertido y adictivo, que no deberíamos dejar de probar. Una joyita que ha pasado muy desapercibida desde su lanzamiento en Steam y XBLA, y que desde aquí os recomendamos encarecidamente.
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